En tiempos de hiperconectividad, de juegos en línea, redes sociales e infinidad de aplicaciones tecnológicas, hay un enemigo silencioso escondido detrás de las pantallas: el acoso sexual y virtual a niños y adolescentes por parte de un adulto.
El Grooming es una práctica llevada a cabo en internet con el fin de acercarse a un menor de edad para ganarse su confianza, creando una conexión emocional y así aprovecharse sexualmente de él.
Al respecto, el Dr. Hernán Navarro, abogado, docente de derecho penal y titular de la ONG Grooming Argentina, alerta sobre las graves consecuencias que estas acciones tienen sobre los menores, arruinando su vida en términos psíquicos, pero sobre todo, arruinando su inocencia.
Este delito, desde noviembre del año 2013 fue incluido en el Código Penal argentino por la Ley N° 26.904, que criminaliza el Grooming a través del artículo 131, correspondiente a los “Delitos contra la integridad sexual”.
El texto aprobado dispone:
“Artículo 131: Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.
En octubre de 2018 se promulgó la ley la 27.458 que instaura el Día Nacional de la Lucha contra el Grooming en el país. En noviembre de 2020 la ONG impulsó en el Senado de la Nación un proyecto para reformar la ley de Grooming, junto a la presidenta provisional Claudia Ledesma Abdala de Zamora.
Al respecto, Navarro expresó que la reforma es necesaria porque la actual norma “no alcanza a resguardar la integridad sexual de niños, niñas y adolescentes. Si bien fue una buena intención, la ley es muy ambigua, subjetiva y no alcanza”.
Cómo actuar
El acceso tan temprano a la tecnología requiere que los padres hablen permanentemente con sus hijos y estén alertas, concientizando a los menores sobre la importancia de rechazar mensajes de tipo sexual o pornográficos; no publicar fotos en sitios públicos, ni de ellos ni de sus amigos; usar perfiles privados en redes sociales; no subir fotos con componentes sexuales, teniendo en cuenta que en internet hay “cazadores” que están en permanente búsqueda de víctimas.
Estos sujetos saben cómo ganarse la confianza de los menores con una velocidad que puede llegar a ser de sólo 14 minutos, según arrojó la Cumbre Mundial de Seguridad de Facebook (2019), en la que participaron más de 40 especialistas y organizaciones.
La velocidad en que se ganan la confianza, lleva a romper con la creencia de que se tratan de sujetos con un perfil de hacker o con capucha, que escriben desde la oscuridad. Debe saberse que estas personas, desviadas en su psiquis, pueden ser tan cercanas como un vecino, por eso la importancia de romper con ciertos imaginarios.
¿Qué pasa en Argentina?
En Argentina incrementaron notablemente los casos desde el inicio de la pandemia, aumentando las consultas de padres que solicitan orientación e información sobre el Grooming, delito que puede ser la puerta de acceso a la trata de personas, debido a que la pedofilia y la pornografía infantil encontraron en la tecnología un aliado.
Hoy en el país es posible acceder a la aplicación GAPP, una herramienta del tipo “botón antipánico” que permite pedir ayuda y conecta a las víctimas y sus familias con un equipo de profesionales de la ONG Grooming Argentina, que articula la denuncia policial, asesora sobre este tipo de delitos virtuales y brinda acompañamiento psicológico y legal.
GAPP (disponible para iOS y Android de manera gratuita) surgió por la necesidad de contar con una herramienta innovadora para actuar de manera inmediata. “Los usuarios no solamente tienen la opción de denunciar online, sino que también reciben información relevante sobre el delito de Grooming y recursos para la preservación de la evidencia digital”, explicó el ingeniero Claudio Desalvo, desarrollador de la aplicación.
Cuando una persona presiona el botón de denuncia, la aplicación la redirige al WhatsApp de la ONG (+54 9 11 2481-1722), que brinda soporte y contención con guardias permanentes las 24 horas.