Ajuste, estanflación, caída de empleo y salarios para salir de la crisis: el discurso de asunción de Milei

Política

“No hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso”, aseguró el Presidente entrante en su discurso de asunción.

Tras jurar en el Congreso, el ultralibertario Javier Milei confirmó su plan de ajuste inmediato al que justificó asegurando que «no hay alternativa» debido a la herencia que recibe. «Naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes», admitió.

Además, sostuvo que «no hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracaso, y disputas sin sentido, peleas que lo único que han logrado es destruir nuestro querido país y dejarnos en la ruina».

«Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso”, aseguró y explicó que «a principios de siglo XX eramos el faro de luz de Occidente. Lamentablemente nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazó las ideas empobrecedoras del colectivismo».

Asimismo, explicó que «así como la caída del Muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia.»

El flamante Primer Mandatario también aclaró que «ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros” y detalló que «con mercados financieros cerrados y el acuerdo con el FMI caído por incumplimientos del gobierno saliente, el rollover de deuda es por demás desafiante aún para el mítico cíclope».

«No hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas de gradualismo terminaron mal, mientras que todos los programas de shock salvo el de 1959 fueron exitosos”, aclaró y admitió que «no hay alternativa al ajuste y al shock. Naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación», indicó aunque aseguró que «habrá luz al final del camino. Es el último mal trago para empezar la reconstrucción de Argentina».

Por último expresó que «este nuevo contrato social nos propone un país distinto. Un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos. Un país en el que el que las hace, las paga. Un país en el que quien corta la calle violando los derechos de sus conciudadanos no recibe la asistencia de la sociedad. Puesto en otros términos: el que corta, no cobra. No venimos a perseguir a nadie. No venimos a saldar viejas vendettas ni a discutir espacios de poder. No pedimos acompañamiento ciego, pero no vamos a tolerar que la hipocresía, la deshonestidad o la ambición de poder interfieran con el cambio”.

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