Axel Kicillof asumió su segundo mandato como Gobernador bonaerense: el discurso contra el ajuste

Política

El acto central tuvo lugar en la Asamblea Legislativa. Luego, sobre el escenario montado en la plaza San Martín, el Gobernador reelecto le dio un mensaje a la militancia.

El Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y la Vicegobernadora Verónica Magario juraron en la tarde del lunes nuevamente en esos cargos ante la Asamblea Legislativa reunida en la Cámara de Diputados provincial, con lo que dieron inicio a su segundo mandato consecutivo de gobierno.

En su discurso inicial, el gobernador bonaerense hizo especial hincapié en marcar diferencias con el plan motosierra de Javier Milei y dejó reflexiones sobre el panorama social, político y económico que se avecina.

Sus principales definiciones

Agradecimiento a los bonaerenses: «Mucho mayor es nuestro agradecimiento en esta ocasión porque esta reelección se produce en circunstancias de extendido malestar social. Circunstancias en las que muchos oficialismos fueron derrotados. Sin embargo, en nuestro caso, se valoró lo que realizamos en condiciones muy complejas y, sobre todo, se volvió a elegir a este gobierno sabiendo que al votarnos no se vota una continuidad mecánica sino que se votó para proseguir la transformación de la provincia de Buenos Aires».

Un escenario «particular»: «Sabemos que estamos ingresando en un escenario muy particular. Es uno de los pocos episodios, en la historia de nuestra democracia, en que fuerzas políticas tan distintas van a gobernar la nación y la provincia de Buenos Aires. Esto no es producto del azar, y menos todavía de un experimento, sino que es el resultado de lo más sagrado que tiene la democracia: la voluntad popular».

No a la falacia de la motosierra: «Tomamos esta reelección con emoción, pero sin exitismo. Estamos obligados a decirlo. Pese a todas las dificultades, los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, de salud, de infraestructura no se consigue ni con motosierra ni con ajuste». «Respaldaron lo que se hizo, pero sobre todo los bonaerenses dijeron que no sobran derechos, que no sobra Estado, sino exactamente al revés: hace falta más y mejor Estado».

Coparticipación: «En el último tiempo se escucharon barbaridades tan inexactas como injustas en relación a los recursos que recibe la provincia de Buenos Aires. Me detengo sobre este punto, porque sin un diágnostico preciso y honesto resulta imposible encontrar soluciones».  «Lo cierto es que nuestra provincia de Buenos Aires es, de lejos, la que menos recursos gastó por habitante el año pasado. Y no lo digo con orgullo sino como reclamo de los bonaerenses que representamos y defendemos. La provincia de Buenos Aires es la que proporcionalmente menos recursos recibe de la cooparticipación».  «Más allá del compromiso solidario que nuestra provincia tiene con las restantes provincias, esta situación constituye una enorme injusticia. Aportamos casi el 40 por ciento de la coparticipacion y recibimos poco más del 20. Con semejante desproporción es imposible dar respuestas adecuadas. Entonces, lo que nos toca como generación de dirigentes bonaerenses, y hago un llamado a todas las fuerzas políticas aquí presentes, es recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia».

Cuadro político actual en Nación y Provincia:«A nivel nacional las elecciones la ganó una orientación que no es la nuestra. Ganaron otras ideas y otras políticas, lo cual nos coloca en una situación contradictoria. Por un lado, estamos felices y orgullos por el reconocimiento popular a nuestra tarea y por el contundente respaldo que se recibió. Pero lo cierto es que no tenemos que gobernar solo para una fuerza provincial, ni soy el gobernador de una isla. Soy gobernador de casi el 40 por ciento, cuya calidad de vida depende, en mucho, de lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional».

Nuevo punto de partida: «La sociedad argentina eligió un nuevo presidente, cuyas ideas y propuestas no compartimos, pero en democracia el pueblo y sólo el pueblo es el que manda. Por eso, en primer lugar, corresponde respetar la esperanza de los millones de argentinos que lo eligieron a la espera de un tiempo mejor. Sin embargo, en mi opinión, no les voy a mentir, las propuestas de la fuerza que ganó no conducen ni a una mejor sociedad ni a una mejor economía”. «Así y todo, deseo, con honestidad y sin ninguna duda, que las cosas salgan bien. Nos tocará convivir con un gobierno nacional cuyas prioridades no compartimos, pero cuya legitimidad popular respetamos».

En las antípodas: «Las propuestas del partido que ganó están en las antípodas de nuestras manera de ver la vida, el mundo, de entender la política y la economía nacional. Sin embargo, respetamos profundamente la voluntad popular de los argentinos. De la misma manera, pedimos que se respete la voluntad de la mayoría de los bonaerenses que respaldaron masivamente un proyecto de desarrollo, de inclusión y de defensa de derechos, que es el que llevaremos adelante en la provincia de Buenos Aires».

Ni un paso atrás: «Aceptar una derrota exige revisar lo que se hizo, pero de ninguna manera implica renunciar a los principios que guían a nuestro Gobierno. En ese sentido quiero reiterar nuestra convicción de que la Justicia social no es una aberración; que la salud y la educación pública son derechos que no se tocan; que las Malvinas son innegociablemente argentinas, y que genocidio nunca más».

Responsabilidad y patriotismo: «Como gobernador reelecto de la provincia mas grande del país, pido al nuevo gobierno nacional que asuma este nuevo rol que la sociedad le asignó con responsabilidad y patriotismo. La sociedad no votó venganzas ni sacrificios. La sociedad aspira a un tiempo de recuperación que les tocará liderar». «Tengo la certeza de que la mayoría de los argentinos no eligió la caída de los salarios, la destrucción del empleo, de la industria nacional, y menos todavía el perdón a los genocidas o la privatización de la educación y la salud pública».

No a la política de ajuste: «Durante toda la campaña electoral se sostuvo que el ajuste no iba a recaer en las espaldas del pueblo, espero que el nuevo oficialismo nacional no tome su legitimo triunfo electoral como un respaldo a ese tipo de medidas». «Pese a todo el esfuerzo protector que pongamos, el mayor o menor bienestar socioeconómico que experimenten los argentinos será, en gran medida, responsabilidad del gobierno nacional».

Nadie se salva solo: «Aún con un gobierno opuesto, jamás buscaremos salvarnos solos». «Seremos un gobierno para el pueblo, un Estado presente y una sociedad solidaria».

En defensa de la educación: «A los fanáticos del cálculo costo beneficio les pregunto ¿Cuánto cuesta un chico que no accede a la escuela? La educación pública no es una cuestión de cálculo, sino que es una herramienta para que nuestro país tenga futuro. «Sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una estafa».

Sin federalismo no hay Patria: ¿Cuál es la idea? ¿Ahogar a la provincia de Buenos Aires sacándole los recursos que recibe? Sin federalismo no hay patria». Ante los dichos del presidente Javier Milei respecto a los fondos que recibe del Gobierno saliente, Kicillof pidió que «algunas de las ideas esbozadas en materias de recursos sean revisadas».

No a los discursos del odio: «Expreso mi enérgico repudio para cualquier discurso que estimule el odio y el rencor entre los argentinos. Los discursos del odio, históricamente, siempre, conducen a la violencia y a la persecución. A 40 años de la democracia, sigamos eligiendo debatir y resolver nuestros desacuerdos en paz».

Convicciones: «La dignidad no es un negocio; los derechos no se miden por las ganancias económicas; la solidaridad no es ni cálculo ni transacción; la libertad sólo es posible si hay igualdad; la vida no es un mercado; y la Patria no se vende».

Fuente: Página 12.

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