Por Lorena Massaccesi (*)
Cuando hablamos de la diferencia entre renuncia y despido es fundamental comprender los distintos aspectos que involucra cada situación.
Despido
El despido sin causa ocurre cuando el empleador termina la relación laboral sin justificación alguna. En este caso, el empleador envía una carta documento, que puede ser remitida por correo privado, correo público o mediante un acto notarial a través de un escribano. Independientemente del medio utilizado, la carta documento debe contener una de las siguientes frases: «Usted queda despedido a partir de tal fecha sin causa» o «prescindimos de sus servicios».
En cuanto a las compensaciones que corresponden al empleado, éstas incluyen los días trabajados como remuneración, la integración del mes de despido, que abarca los días restantes hasta el final del mes en que se produjo el despido, y el preaviso. La duración del preaviso varía según la antigüedad del trabajador: si es menor a cinco años, corresponde un mes, mientras que si es mayor a cinco años, son dos meses. En caso de que el empleador no cumpla con el preaviso, debe pagar al trabajador uno o dos sueldos, según la antigüedad. Además, se deben abonar el aguinaldo y las vacaciones proporcionales. Por último, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización por despido equivalente a un sueldo por cada año trabajado, con una fracción mínima de tres meses.
Renuncia
La renuncia implica que el trabajador decide finalizar la relación laboral de manera unilateral, voluntaria y lícita. Este acto se formaliza a través del envío de un telegrama al empleador mediante el Correo Argentino. El telegrama debe contener una frase que indique la renuncia al puesto de trabajo a partir de una fecha específica. El contenido del telegrama se duplica, quedando una copia en poder del trabajador y enviándose la otra al empleador. Aunque no existe una sanción por no cumplir con un preaviso de 15 días, por lo general, el trabajador informa a recursos humanos con anticipación y se acuerda una fecha de renuncia.
Conclusión
Ya sea que te enfrentes a un despido o decidas renunciar, es esencial mantener todos los documentos relacionados con tu empleo en orden, desde contratos hasta comprobantes de pago y cualquier otra comunicación relevante. Estos documentos pueden ser necesarios en el futuro.
Consejo adicional
Si te encontrás en una situación laboral compleja y necesitás orientación, no dudes en buscar asesoramiento legal. Los abogados especializados en derecho laboral están capacitados para manejar estas situaciones y te ayudarán a proteger tus derechos.
Entender la diferencia entre renuncia y despido te otorga poder como trabajador, ya que te permite conocer tus derechos y obligaciones laborales.
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(*) Abogada de la UNLP, Especialista en Derecho Laboral.