Escribe «ZORROGRIS»:
La renuncia de Julio Campuzano a la delegación de Norberto de la Riestra es, sin dudas, el dato saliente político de estos primeros meses de gestión y el gran cimbronazo negativo que el mandatario municipal de 25 de Mayo, Ramiro Egüen, hubiera querido evitar en el Norte.
Cambio forzoso y costoso si los hay, sobre todo viniendo de parte de un hombre profundamente vinculado a un radicalismo preparándose para la ebullición que discute bajo cuerda en estos momentos la conveniencia de apoyar o no a un gobierno con el cual no está de acuerdo en casi nada y con el que lo dividen profundas diferencias de principios, de estilo y de formas.
Lo cierto es que la renuncia del hombre del Norte no hace más que poner de manifiesto un proceso subterráneo donde cada vez más voces radicales se rebelan ya sin disimulo frente al estilo confrontativo y la vehemencia con que el primer mandatario pretende imponerse por la fuerza frente a una sociedad que lo mira cada vez con más recelo.
Lo de Campuzano, de estrecha relación con Martín Torre y Mario Penovi no tendría que llamar la atención. Es el final anunciado de un corto proceso de desgaste donde desde 25 de Mayo nunca se le reconoció mayor autoridad ni se le dio totalmente la batuta para comandar la importante delegación norteña. Algunos dicen que por desconfianza al potencial crecimiento de su persona y por recelo a que más tarde o más temprano su origen radical, sus amistades y sus lealtades históricas lo inclinaran a jugar a favor de la UCR en una cada vez más posible interna del radicalismo vernáculo contra el intendente.
Todo puede ser en política, y el tiempo dirá quien estaba en lo cierto. Lo único certero a esta altura es que el saliente delegado ha visto acrecentado sus apoyos en los últimos días y hoy ya fuera del gobierno mantiene su capital político intacto. En sintonía con esto, la realidad indica hoy que Campuzano se va pero sigue bien vivo y coleando, presto para seguir actuando dentro del radicalismo y su aura no se ha apagado. Sigue siendo un vecino querido y prestigiado por sus pares y se va fortalecido por la sensación social que desde 25 de Mayo se ha hecho todo lo posible para darle salida y perjudicarlo.
La UCR está cada vez más alerta a todos los movimientos, y arrecian las llamadas, las directivas y los consejos, sobre todo teniendo en cuenta los serios enfrentamientos públicos que ex referentes de ese espacio han tenido con el intendente en las últimas semanas. Los acontecimientos locales recientes y sobre todo el fin de Juntos por el Cambio a nivel nacional y provincial traerán sin dudas reacomodamientos. Por ahora todos hablan, cruzan mensajes y exploran la salida política correcta para capitalizar ese creciente malestar dentro del centenario partido.
Lo del empresario Sergio Tuya -del riñón histórico de los hermanos Diego y Horacio Canullán- y el ataque a vecinos allegados e históricos comerciantes locales caló muy hondo, mucho más profundo que lo que públicamente se admite dentro de los boina blanca, y el nerviosismo que generó esta situación se contagió positivamente a sectores que no comulgan con el estilo del intendente. Todos miran con atención, pero algunos con entusiasmo ya prueban apoyando a Tuya y armando la estrategia para la vuelta al ruedo del ex concejal radical. Del lado del gobierno miran con desconfianza y recelo hacia el comité de calle 28, sobre todo teniendo en cuenta lo preparado que sonó el comerciante damnificado en la conferencia de prensa y la secuencia de material probatorio que prolijamente mostró en cámara. Acusan públicamente al ralinqueísmo de la movida pero reconocen puertas adentro que eso está lejos de la verdad y es sólo para buscar un chivo expiatorio y un culpable y no generar más distanciamiento con gente del radicalismo.
Volviendo a Riestra la cuestión más sorprendente sin dudas es el nombre del reemplazo: Cristian Ibarra, al que muchos tuvieron que buscar en redes sociales para ver quién era. El hombre se presenta como un vecino común sin ningún tipo de ascendente ni relevancia en las clases más poderosas, pudientes y privilegiadas de Riestra con todo lo que ello implica en la conservadora localidad del Norte, y que tendrá un desafío enorme frente a la sorpresa que ha generado su designación. Apoyo de algunos vecinos hay, y eso se denota en redes sociales, pero también mucho escepticismo sobre su capacidad para la función y su falta de representación y peso, cosa que a Campuzano no le faltaba. Se comenta en el norte que la designación de Ibarra de profesión “masajista” y que trabajaba hasta ahora en el Asilo de Ancianos habría sido diseñada desde la 9 y 27 con el fin de tener a una persona totalmente manejable y dispuesta a hacer lo que sea para conservar el cargo, entre ello a permitir decenas de despidos disciplinadores desde el primer día de gestión, cuestión que tanto el delegado saliente como los Directores Marra y Gotelli en el San Roque no estuvieron dispuestos a validar amenazando todos con sus renuncias si esto sucedía. Algunos por lo bajo comentan que hoy mismo el Intendente y su Señora aprovechando la volada y las ganas de inmolarse y quedar bien del Delegado recién asumido ya le comunicaron luego de su asunción la lista con los primeros 20 despedidos. Y así parece que se hará. Habrá que estar atento a las repercusiones.
Seguramente Ibarra tendrá una tarea demasiado grande, sobre todo teniendo en cuenta su falta de experiencia y su casi nula preparación para ocupaciones tan disimiles como son el manejo de la seguridad, el trato con instituciones y con el sector agropecuario y empresarial, y sobre todo el manejo de los servicios que brinda el municipio, el manejo del Corralón y especialmente del personal municipal, muchas veces remiso a los cambios y rebelde frente al que supone que no detenta la autoridad.
La gran discusión de estos últimos meses ha sido precisamente esa, quién tiene la autoridad en Riestra desde que cambió el gobierno municipal. Se lo preguntan en la Cámara de Comercio, en la Cooperativa Eléctrica, en los clubes, en los bares, y ya es indisimulable que Egüen ha depositado ese rol directa o indirectamente en su amigo, pariente, compadre, mentor y socio Gustavo Romano, quien se mueve dentro y afuera de la Delegación Municipal como el hombre fuerte del Norte. El “Intendente del Norte” como lo llaman irónicamente a sus espaldas los vecinos de Riestra maneja y desmaneja a su antojo recursos, maquinarias, tierra y empleados y eso ha ocasionado confusiones evidentes en el pasado reciente y no da garantías ni genera claridad ni buen futuro para el nuevo designado. Los augurios de muchos riestrenses esclarecidos no son buenos si persiste esta situación.
Así las cosas, se vienen momentos difíciles para el Norte y también para la estabilidad política y las alianzas forzosas del gobierno municipal, más a sabiendas que sin el Norte que hoy mira de reojo y con creciente desencanto, Egüen no sería Intendente, y que desde 25 de Mayo donde perdió por la friolera de mil votos los hoy opositores se miran con una sonrisa socarrona y divertida ante estos tropiezos y yerros de su gestión.
Tema aparte las responsabilidades gubernamentales en la renuncia de alguien tan importante como el Delegado de Riestra. ¿De quien es la responsabilidad de no escuchar o no contener a tiempo? ¿De un Intendente o del que esté al mando de la Secretaría de Gobierno? Claramente siempre la responsabilidad debe ser del fusible, y si fuera un gobierno normal y no fuera un vínculo marital el que reúne a la pareja municipal, tendría que haber pase de facturas ya con el diario del lunes sobre la mesa. Es inaceptable semejante error de cálculo que desencadena en una renuncia y un portazo tan costoso, resonante y debilitante para el intendente municipal a tan pocos meses de asumir.
Entre aliados que ya no los son tanto e infinidad de tropiezos oficialistas, se verá con el correr del tiempo si esos pases de factura vienen desde adentro mismo del gabinete, de los eventuales aliados electorales o desde la misma ciudadanía. Por lo pronto hay mucha gente observando y esperando que pase el tiempo y se cumplan los plazos lógicos que se le dan siempre a un gobierno nuevo para poder desmarcarse y actuar con más libertad.
Mientras tanto todo se revuelve, se modifica, cambia, se transmuta, y todo impacta en la relación de fuerzas y de amigos y enemigos que seguramente ya no son las mismas que en diciembre de 2023.