Jorge Julio López fue desaparecido por segunda vez el 18 de septiembre de 2006; ese día lo esperaban en la audiencia de alegatos del juicio contra Etchecolatz, nunca llegó.
El testimonio de López fue clave en el juicio que se realizó en 2006, el primero contra Miguel Osvaldo Etchecolatz tras la anulación de las leyes de impunidad. López declaró haber sido testigo de hechos de tortura y homicidio que identificaban a Etchecolatz como responsable: “Era un asesino serial, no tenía compasión”.
Julio López fue desaparecido por un grupo de tareas en plena dictadura militar el día 27 de octubre de 1976, junto a otras personas. Tenía 45 años, trabajaba de albañil y era militante peronista de una unidad básica de Los Hornos, en la ciudad de La Plata.
La segunda vez que desapareció fue el 18 de septiembre de 2006, 30 años después, durante el gobierno constitucional de Nestor Kirchner. Tenía 76 años y estaba yendo a escuchar los alegatos del juicio a los militares y policías que lo habían detenido y torturado esa primera vez. Pero López nunca llegó y nada se sabe de él hasta ahora.
López había dado un testimonio clave para las condenas, sobre todo la de su torturador y hombre fuerte de la bonaerense, Miguel Etchecolatz, repudiado hasta por su hija. El genocida murió el pasado 2 de julio sin decir qué pasó con López.