Le ganó 2-1 a Boca en un final con polémica por el penal que cobró Rapallini. Carbonero y Piovi marcaron los goles para el equipo de Fernando Gago. Había abierto la cuenta Roncaglia.
Racing es el mejor equipo de Argentina. Y aunque cerró la temporada pasada sin títulos «grandes», el triunfo en San Luis le permitió coronar un año de alto vuelo. Y ahora, en Al Ain, el conjunto que conduce Fernando Gago revalidó en la Supercopa Internacional frente a Boca por 2 a 1. Iba ganando Boca, lo empató Racing y terminó de definir el triunfo “La Academia” con un fino penal.
Tanto en el Hazza Bin Zayed Stadium como en La Pedrera, el arbitraje fue fundamental. Esta vez el protagonista fue Fernando Rapallini que, sobre la hora y cuando parecía que todos los caminos conducían al alargue y tal vez a los penales, cobró una mano muy fina dentro del área -casi- sin apoyarse en el VAR. Ese penal le permitió a Gonzalo Piovi sellar el 2 a 1 Racing, que se llevará el trofeo desde aquí y hasta Avellaneda, consigna Clarín.
“La Academia” dominó y tal vez mereció ganar antes la final de la Supercopa. Tuvo buen juego y probó los reflejos de un súper correcto Javier García que se quedó con el arco en el desierto pero con el correr de los minutos en el Segundo Tiempo se pinchó y hasta pudo haber perdido porque Boca creció de la mano del ingreso del chico Ezequiel Fernández. Pero cuando el duelo se encaminaba otra vez al alargue -Carbonero se perdió un gol con el arco vacío tras pase de Jonathan Gómez- apareció Rapallini y la polémica que definió el título.
Ni el VAR diluyó las dudas que dejó la jugada en la que la pelota pega en Sandez, rebota, y le vuelve a dar en la mano en el intento de bloquear un centro del ingresado Jonathan Gómez. A Rapallini hay que adjudicarle el crédito de mantenerse firme en su decisión de dar el penal en la última jugada del partido. Piovi metió un fierrazo (cuando el fantasma de lo ocurrido entre Galván y Armani estaba en Migraciones) y Racing levantó otro título.
