Muerte en la Comisaría de Olavarría: dudas, tensión, movilización, represión y detenidos en medio de un reclamo que no cesa

Seguridad

La ciudad de Olavarría se encuentra conmocionada tras la muerte de Gonzalo Ezequiel Tamame, un hombre de 29 años que fue hallado sin vida dentro de un calabozo de la Comisaría Primera. El hecho, ocurrido en la madrugada del 23 de julio, fue inicialmente caratulado como un suicidio, pero las dudas sobre la actuación policial y las circunstancias del fallecimiento derivaron en una fuerte reacción social que incluyó una multitudinaria protesta y disturbios frente al Municipio. Dos personas fueron detenidas.

Tamame, oriundo de Azul, había sido aprehendido por una denuncia de robo y violencia de género. Según fuentes oficiales, se habría quitado la vida ahorcándose con una prenda dentro de su celda. Sin embargo, rápidamente comenzaron a circular videos filmados por vecinos, en los que se lo escucha gritar: “Déjenme, no puedo respirar”, y “me están ahorcando”. Estas imágenes generaron una ola de indignación en la comunidad y entre sus familiares, que niegan la hipótesis del suicidio y exigen justicia.

“Mi hermano no tenía ese buzo, no se mató, lo mataron”, dijo una de las hermanas del joven, mientras que organizaciones políticas y de derechos humanos comenzaron a movilizarse. El Partido Obrero emitió un comunicado bajo la consigna: “Nadie se suicida en una comisaría” y llamó a marchar frente a la sede policial, lo que derivó en un fuerte operativo de seguridad y momentos de tensión.Durante la movilización del jueves por la tarde, que tuvo lugar primero frente a la comisaría y luego en el centro de Olavarría, se produjeron disturbios, enfrentamientos con la policía, incendios de contenedores y represión con balas de goma. Dos manifestantes fueron detenidos: Agustín Mestralet, dirigente local, y Lautaro Méndez. La familia Tamame y el Partido Obrero reclamaron su liberación inmediata, denunciando criminalización de la protesta.

La causa judicial fue recaratulada como «averiguación de causales de muerte, incumplimiento de los deberes de funcionario público, severidades, vejaciones y apremios ilegales», y quedó a cargo de la fiscal Mariela Viceconte, con intervención de la Policía Federal para garantizar imparcialidad. El cuerpo de Tamame fue trasladado a la morgue de Junín para la autopsia.

Mientras se esperan los resultados periciales, la pregunta que retumba en Olavarría es una sola: ¿qué pasó realmente en esa celda?

Créditos de la imagen: Verte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *