Por Guillermo Cuattrini*
¿Soy un usuario intensivo de varias herramientas de Inteligencia Artificial (IA). Todo el tiempo hablo con personas que opinan que esa tecnología reemplazará el trabajo humano.
Desde mi punto de vista, la inteligencia artificial es una herramienta extremadamente potente que ha revolucionado muchos aspectos de nuestras vidas. Desde el reconocimiento facial hasta la conducción autónoma, ha demostrado su capacidad para realizar tareas complejas de manera eficiente.
Sin embargo, a pesar de su increíble potencial, creo que la IA no puede reemplazar completamente el trabajo humano. Carece de capacidad de comprender emociones, empatizar y tener intuición, aspectos fundamentales en muchos ámbitos laborales (esas habilidades tampoco son tan buenas en mí).
También creo, que aunque la IA no pueda sustituir por completo a los seres humanos, aquellos que aprendan a utilizarla y se adapten a ella tendrán ventajas significativas sobre aquellos que no lo hagan. La IA puede ayudarnos a ser más productivos, aliviando las tareas tediosas y repetitivas, permitiéndonos centrarnos en aspectos más creativos y estratégicos de nuestro trabajo.
Sin embargo, creo que no podrá con la creatividad, la imaginación, el pensamiento crítico, y menos que menos, con la pasión, que son el motor de cualquier objetivo.Si alguien cree que al estilo de “Terminator” las máquinas tomarán el mundo, le diría que se quede tranquilo porque las máquinas no tienen pasión (tanto en su acepción positiva cómo negativa), que es lo necesario para intentar tomar algo.
Pero CUIDADO, desde luego también podría ser mal utilizada por alguien que quisiera hacerlo, en todo caso, es un arma más.
La IA es una herramienta poderosa, pero necesita de la intervención y supervisión humana para tomar decisiones significativas y contextuales, tanto en el camino de la bondad, cómo de la maldad. Nada nuevo bajo el sol…
Consultor independiente en electricidad – Asesor Cooperativo.
