Durante el período del invierno se han registrado lluvias algo más significativas en el país, y si bien aún se mantienen insuficientes, las mismas se acercaron a los parámetros normales para la época del año.
A medida que avanza el año se va afianzando cada vez más el momento del inicio del evento El Niño, y junto a esto, la probabilidad que comiencen a aumentar las precipitaciones en la mayor parte del país. Pero para esto todavía faltan algunas semanas.
Hablamos de un punto de inflexión con respecto a las precipitaciones porque podría ser el mes en el que comiencen a observase fenómenos más importantes a nivel general en todo el país. Ya en julio se observó una mejoría de las lluvias, al menos en la distribución de los eventos, que se presentaron de manera más generalizada.
Si bien es cierto que el volumen esperado no sería la solución para la escasez hídrica que padece la mayor parte del territorio nacional, podría ser el puntapié inicial para que la situación comience a mejorar sustancialmente.
Si analizamos el pronóstico realizado por nuestro modelo de confianza, el ECMWF, vemos que la tendencia de lluvias se mantiene cercana a los parámetros medios para el mes de agosto para la mayor parte de Argentina y comienzan a observarse algunos núcleos en color verde, lo que implica lluvias por encima de lo normal sobre el extremo sur de Brasil, este de Paraguay, gran parte de Uruguay y zonas del Litoral argentino.
En general los acumulados durante el mes de agosto no suelen ser muy abundantes, pero, especialmente hacia finales del mes pueden comenzar a mostrarse más importantes, efectivamente, suele estar asociado a los primeros eventos de magnitud de la segunda mitad del año, con la “famosa” tormenta de Santa Rosa.
Aunque este hecho en sí es un mito, no deja de ser un momento clave del año, en el que se pasa de una situación de invierno, a una característica primaveral, y esto suele estar asociado a cambios bruscos de las condiciones en las cuales las tormentas comienzan a ser protagonistas.
Fuente: Meteored