Un reconocido comerciante pagaba los intereses de los inversores con dinero de nuevos inversores, hasta que finalmente el crecimiento se hace insostenible y muchos de los aportantes pierden todo el dinero.
El 8 de junio pasado, muchos inversores tuvieron su peor noticia. Se había suicidado en la ciudad de Mercedes, Néstor de Gruttola, un reconocido comerciante, que supo tener un negocio de venta de electrodomésticos con gran antigüedad en el rubro y una pseudo financiera, que operaba con miles de inversores de casi todas las ciudades de la zona.
Los damnificados imaginaron lo peor, es decir que no iban a obtener sus fondos nuevamente, y la realidad se asemeja mucho a sus augurios. Al parecer la suma adeudada asciende 35.000.000 dólares, siendo que el bien que pareciera tener el difunto asciende a la suma de 1.000.000 de dólares, por consiguiente los acreedores ya asimilan el escenario de estafa al que fueron inducidos por error, desconocimiento o codicia, ya que Néstor de Gruttola, les ofrecía a sus inversores un retorno que es cuasi imposible de soportar en el mercado de un 10% de su inversión al mes. Es decir que, si usted tiene 100.000 dólares, por la venta, por ejemplo, de un inmueble, en lugar de cobrar 35.000 pesos un alquiler, cobraría 10.000 dólares al mes de retorno por intereses. El negocio lucia brillante, y los inversores vendieron cuanto bien pudieron, para invertir en “el negocio mágico”. Pero ese castillo arena como todo sistema Ponzi suele caer, cuando la desconfianza comienza a rondar el negocio.
Sepan que el denominado sistema “Ponzi” o piramidal, es un método de estafa ideado en 1920 por Charles Ponzi, un timador que, con sus encantos, estafó en 20 millones de dólares a sus víctimas prometiendo increíbles rentabilidades por una inversión que no existía. El sistema se basa en pagar los intereses de los inversores a cuenta del dinero de nuevos inversores, hasta que finalmente el crecimiento se hace insostenible y muchos de los aportantes pierden todo el dinero.
Hoy la justicia de Mercedes, tramita 3 causas, y una de ellas la IPP 12031/22 le imputa a De Grutolla Néstor y Otros/ los tipos penales de: estafas reiteradas, asociación ilícita, captación de ahorros mediante intermediación financiera no autorizada. Porque se investiga la participación de 3 o más personas, para la concreción de la estafa. Para ello, será más que vinculante la apertura del teléfono obtenido en el allanamiento de De Grutolla, en la pertinente pericia informática, a fin de comprobar la participación necesaria, de 3 o más personas para concretar este clásico sistema Ponzi, si ello ocurriese los culpables pagaría con la condena de tres a diez años.
Hoy los querellantes a representar, buscan que se les restituya todo el dinero adeudado o parte del dinero, y el avance la causa conllevará a los damnificados a estar más cerca del retorno del mismo, y a los imputados a pagar por lo que van hecho. Como siempre, aprovecho el espacio para alertar a la población, a fin de que eviten invertir en retornos de interés, que exceden ampliamente lo que pudiera otorgarles una entidad Bancaria Autorizada.
Fuente: Emmanuel Langone para La Razón de Chivilcoy.