Con el 55,87 de los votos, el político chileno se convierte en el más joven y más votado de la historia chilena. En su primer y multitudinario discurso habló de cuidar la nueva constitución, construir acuerdos y nunca más declararle la guerra a los chilenos.
La izquierda más progresista hace historia en Chile tras el triunfo de Gabriel Boric que obtuvo este domingo un 55,87% (4.618.480 votos) frente al 44,13% (3.648.394) del ultraderechista José Antonio Kast con el 99,94% de las mesas escrutadas. Casi 12 puntos de ventaja que ponen fin a uno de los procesos más polarizados e inciertos desde el retorno a la democracia en 1989.
Tras conocerse los resultados, Kast escribió en su cuenta de Twitter: “lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy el presidente de Chile merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva Chile siempre está primero”. Luego vino el propio presidente Sebastián Piñera quien entre “consejos” y “alabanzas” le dijo: “es una de las más grandes participaciones ciudadanas en mucho tiempo. La democracia cumplió y los chilenos han dado un nuevo ejemplo de democracia, usted fue parte de eso así que lo felicito”.
Boric por su parte, respondió: “quiero que sepa usted que voy a dar lo mejor de mí para estar a la altura de este tremendo desafío, nuestro país saca lo mejor de sí, cuando nos unimos”. Hacia el final Piñera le dijo: “sáquese una foto cuando entre a La Moneda y otra cuando salga, porque gobernar es muy difícil”. “Espero hacerlo mejor que usted”, le dijo, en una sorprendente salida que no logró perturbar al Presidente.
El ganador habló de comprometerse en “este proceso de cambios” que se extenderá por los próximos años y agradeció a todos los equipos que se sumaron, destacando a la doctora Izkia Siches la vocera de esta última etapa de la campaña; pero sobre todo a las mujeres, a las diversidades y a los niños y niñas “que nos llenaron de cariño y dibujos este viaje, con dibujos hermosos que expresaban la inocencia del Chile que aspiran, un Chile verde y de amor (…) Sé que no podemos fallarles”.
“Tengo 35 años y sé y tengo claro que la historia no empieza con nosotros. Siento que nuestro proyecto es heredero de una larga trayectoria histórica, la de quienes desde diferentes posiciones han buscado incasablemente la justicias, la ampliación de la democracia y la defensa de los derechos humanos (…) Porque estamos en un nuevo ciclo histórico. Seré el presidente de todos los chilenos y chilenas”, agregó.
Asimismo, reconoció que “los tiempos que vienen no serán fáciles” y que deberá hacerle frente a las consecuencias de la peor pandemia del último siglo, pero también del estallido social. Y con respecto a esto último señaló enérgico: “nunca, por ningún motivo debemos tener a un presidente que le declare la guerra a su propio pueblo”. Esto último es significativo ya que alude a una frase desafortunada de Piñera, en medio de los disturbios de Santiago de 2019, asegurando que “estábamos en guerra”. Luego repitió el cántico que surgió entre el público: “Justicia, verdad, no a la impunidad”.
Por otro lado, se refirió al movimiento de donde surgió: “¿cuántos de ustedes marcharon el 2006, el 2011, el 2012? Somos de una generación que emerge a la vida pública demandando que la educación sea un derecho y no un bien de consumo”. También habló de terminar con la AFP (lo que lo hace volver a su programa original), el particular sistema de pensiones chileno que hace a privados invertir con los dineros que la gente impone obligatoriamente para la jubilación sin hacerlos participar de las ganancias. “No queremos que sigan haciendo negocios con nuestras pensiones”-
También habló sobre defender los derechos humanos, defender la nueva constitución y luchar contra proyectos que destruyan el medio ambiente “No a Dominga… No podemos mirar para al lado cuando la avaricia de unos pocos destruye ecosistemas únicos”.
Hacia al final selló su primer discurso con: “Hoy día la esperanza le ganó al miedo. Chilenos y chilenas hemos llegado con un proyecto de gobierno, que se puede sintetizar en avanzar con responsabilidad en los cambios estructurales que Chile necesita. Nuestro gobierno va a ser un gobierno con los pies en la calle”.