Es una infección que afecta principalmente a las aves, como gallinas y pelícanos, en países de América y Europa. Puede transmitirse a humanos. El SENASA pidió reforzar las medidas de prevención.
La gripe o influenza aviar (conocida también como gripe del pollo) es una enfermedad causada por ciertos tipos de virus que normalmente infectan a las aves silvestres y a las aves de corral, como las gallinas. Durante 2022 se ha reportado brotes en aves principalmente en las Regiones de Europa y América.
¿La gripe aviar es la próxima amenaza para la salud humana en América?
Durante 2022 hubo múltiples brotes de la gripe aviar en aves silvestres y de corral en Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. En Argentina ya hay alerta para evitar la introducción del virus. Cuáles son los escenarios posibles por la interacción entre animales y los seres humanos
La Argentina no ha registrado casos de gripe aviar en animales ni en personas hasta el momento. Pero hay brotes de la infección en Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela. Ante el riesgo de introducción del virus, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) declaró el estado de “alerta preventivo sanitario” en todo el país.
La medida se hizo para evitar el ingreso al país de la gripe aviar altamente patógena, según se informó en la Resolución 803/2022 del SENASA que se publicó en el Boletín Oficial.
Durante 2022, el subtipo del virus de la gripe aviar H5N1 ha sido el predominante. Este año hubo brotes de gripe aviar en aves domésticas, de granjas avícolas o silvestres en Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Ecuador, y Venezuela. Hasta el momento solo se detectó un caso de una persona afectada por gripe aviar en los Estados Unidos, que se recuperó, según informó la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, existe el riesgo de que más personas adquieran la infección.
Desde el ministerio de Agricultura manifestaron que la enfermedad habría llegado al país a través de la migración de aves silvestres.
La gripe aviar afecta principalmente a las aves, pero puede transmitirse a trabajadores avícolas o a otras personas que se encuentren en contacto con aves infectadas o con superficies contaminadas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), cuando las aves tienen las infección, los productores avícolas y sus empleados, el personal técnico de plantas de procesamiento avícola, el personal encargado del cuidado de galpones y de establecimientos de producción de huevos, y trabajadores encargados del control y la erradicación de brotes corren más riesgo de contagiarse el virus.
Los primeros casos de infecciones por gripe aviar en seres humanos del altamente patógeno virus H5N1 de la gripe aviar se presentaron en 1997 en Hong Kong.
La Organización Mundial de Sanidad Animal establece que la gripe aviar es una infección de declaración obligatoria. Por lo cual, si se detectan síntomas en aves de corral o aves silvestres, se debe notificar al SENASA en el caso de la Argentina. Hasta la actualidad no existe registro de vacuna que permita la contención de la enfermedad.
El virus de la gripe aviar no se contagia al comer pollos o aves de corral. Las infecciones en humanos pueden ocurrir cuando una persona entra en contacto sin protección con aves infectadas o con superficies contaminadas con el virus.
Para actuar a tiempo se requiere que las personas en contacto con aves silvestres y gente relacionada con la cadena avícola, estén atentas a la aparición de signos clínicos en las aves como depresión, incoordinación, temblores, problemas respiratorios, diarrea y edema facial. Porque esos problemas pueden estar asociados a gripe aviar.
Si las aves de corral son afectadas por la gripe aviar, pueden detectarse alteraciones en los parámetros productivos, como disminución de la producción de huevos y menos consumo de alimento y agua.
Se ha comprobado en otros países que si hay aves de corral con gripe aviar, se puede producir una caída brusca en la producción de huevos superior al 5 % durante más de dos días. Los huevos pueden ser deformes, sin pigmentación, de color anormal, ásperos, de cáscara delgada o sin cáscara y con albúmina acuosa.
“La influenza aviar o gripe aviar no solo afecta a las aves silvestres: la mayoría de todas las especies de aves son susceptibles, en particular las gallinas o pollos, los pavos, las codornices, aves de compañía. Se recomienda que se refuerce la bioseguridad de las granjas”, dijo a Infobae el médico veterinario Vicente Rea Pidcova, del programa sanidad aviar, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) de Argentina
También puede ser que aparezcan directamente aves silvestres muertas, principalmente aves migratorias, acuáticas, marinas y rapaces. Si se las encuentra, se debe notificar de manera inmediata al SENASA. Aquí van algunas de las recomendaciones de ese organismo público:
– Antes de acercarse a sitios de agrupamiento de aves, hay que verificar desde la distancia que no parezcan enfermas
– Evitar visitar varias colonias de aves el mismo día.
– No visitar granjas de aves luego de estar en contacto con aves silvestres.
– Para evitar la dispersión del virus, desinfectar los elementos utilizados a campo, como balanzas, bolsas, dispositivos de rastreo, ropa y botas.
– Siempre utilizar elementos de protección personal (barbijo, guantes y antiparras) para manipular aves silvestres.
“Debido a que la enfermedad está avanzando desde los países del Norte hacia el Sur, a través de migraciones de aves silvestres, es muy importante la notificación inmediata y su detección temprana”, avisó el SENASA. Al prevenir la introducción, se busca “disminuir el gran impacto que tiene sobre los sistemas productivos y comerciales aviares, en términos de gran mortandad de aves y pérdida de mercados internacionales”, aclaró un comunicado del SENASA.