Se trata de Claudio Peralta, uno de los principales imputados que tiene la causa judicial que investiga la venta ilegal de terrenos en Olavarría.
Claudio Peralta estuvo encerrado este lunes hasta poco más de las 20 horas en un kiosco de La Loma (Urquiza casi Rufino Fal), mientras amenazaba con quitarse la vida con una cuchilla. En medio del numeroso operativo policial, pidió la presencia de los medios de comunicación y de una fiscal.
En el mismo barrio donde vive, 𝗣𝗲𝗿𝗮𝗹𝘁𝗮 –el dirigente social que la mayoría de los estafados señalan como el que tenía el contacto con ellos- decidió realizar una acción que sin dudas tiene fuerte impacto político. No por el hecho en sí mismo sino por los dichos de sus familiares, que estuvieron presentes durante las más de tres horas que tardó en entregarse.
Mientras él permaneció en el comercio, la pareja y su mamá hablaron con los medios y dejaron en claro que la decisión que tomó está relacionada a su imputación en la causa por los terrenos. “Se quedó sin trabajo y ahora le dieron la espalda todos”, indicó su mujer. “Estaba conmigo en casa, se levantó y me dijo ‘ahí vengo’ (…) al rato me llamaron diciendo que se quería matar en un kiosco”, detalló.
La mujer apuntó también contra «los de más allá”, según sus propias palabras. Con eso se refirió explícitamente a Ezequiel Galli, Diego Robbiani, Mariano Ciancio y “todos los que van bajando que estaban con él”. “Él lo que quiere es hablar con los medios y que lo escuchen (…) porque quién va a terminar pagando siempre es él, por culpa de los demás”, fustigó.
Por lo que señaló, el hombre está atravesando un momento difícil en lo económico, ya que “no consigue trabajo”. Y siguió: “A él no le dan bola porque es Claudio Peralta (…) y él es el de allá abajo, porque después de él están los jefes que siguen y todo el mundo lo sabe, pero el perejil que no tiene plata, el pobre loco que va a pagar, es él”. Las mismas familiares terminaron siendo las voceras del “imputado atrincherado”.
Las autoridades policiales presentes procuraron en todo momento que tanto los vecinos como los medios que cubrían el hecho no se aproximaran al kiosco mientras se negociaba, por lo que en ningún momento pudo saberse qué es lo que quería Peralta. Finalmente, se terminó entregando por sus propios medios y fue trasladado en un patrullero.
Luego de que se entregó Peralta, hubo algunas escaramuzas entre vecinos del lugar y los efectivos policiales. Mientras en un primer momento se arrojaron algunas piedras contra los uniformados, todo derivó luego en una lamentable represión. Integrantes de la Policía Bonaerense y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) dispararon balas de goma que causaron heridas a varias personas, incluyendo a cinco periodistas. Todo, con la presencia de niños y niñas en el lugar.
A un año de que eatalle este escándalo por las estafas con los terrenos en Olavarría, la fiscal que investiga la causa, Paula Serrano, todavía no llamó a ningún imputado a declarar. Todo esto, a pesar de las numerosas evidencias y de las múltiples coincidencias en los relatos de los casos denunciados. La drástica decisión de Peralta puede interpretarse como un mensaje desesperado: no quiere ser el único “perejil” de esta historia.
Comunicado emitido por el Frente de Todos de Olavarría
El espacio político de Frente de Todos emitió un comunicado luego de que Claudio Peralta, uno de los imputados por la venta ilegal de terrenos, se atrincherara en un kiosco.
El comunicado comienza diciendo: “Lamentamos los hechos de violencia institucional acaecidos en el día de ayer (por el lunes 2 de enero), una situación de extrema gravedad”. Y continúa:
“Solicitamos al Fiscal General Marcelo Sobrino que con la misma premura que impulsó la investigación de los hechos represivos, exija celeridad a la Fiscal Paula Serrano que instruye la causa de los terrenos, que hace un año no registra avances.
¿Cómo puede ser que una causa que tiene denuncias del año 2019, en la que hay un centenar de vecinos de Olavarría perjudicados, duerma el sueño de los justos?
Hace un año exactamente nuestro Interbloque de concejales pedía una sesión especial para investigar la venta ilegal de terrenos que se venía produciendo en Olavarría desde el año 2019.
Hasta el momento existen más de 20 denuncias en la causa de la que surge que hubo más de 100 terrenos públicos y privados vendidos con documentación apócrifa, con firmas de distintos profesionales de la ciudad.
Se estima que este delito permitió una recaudación de más de 100.000.000 de pesos. Una operación que sólo pudo haberse desarrollado con el accionar coordinado de varios participantes.
Claudio Peralta es uno de los 5 imputados de la causa, el principal involucrado de estos hechos. No olvidemos que Peralta ha manifestado y los denunciantes han ratificado, que él era referente o comúnmente llamado puntero del Intendente.
Hasta la fecha siendo imputado no se le ha tomado declaración y pide públicamente que lo escuchen. Durante los recientes hechos en donde amenazaba con suicidarse, solicitó la presencia del intendente Galli, de la fiscal y de medios de comunicación para “aclarar la situación”.
Peralta nunca fue llamado a declarar, y durante el día de hoy mediante su familia denunció que le «soltaron las manos su ex-socios y su abogado».
No podemos permitir que la impunidad se imponga sobre la verdad, que un delito millonario se le atribuya solo a un joven que claramente no podría nunca haber actuado en soledad.
A un año de las primeras denuncias públicas la comunidad merece se esclarezca este histórico hecho de corrupción”.
Con información de: Canal Verte, Fuentes Colgante y Noticias de Olavarría.