En 2023, el objetivo se centra en acelerar el cambio para resolver la crisis del agua y el saneamiento.
La idea de celebrar este día internacional se remonta a 1992, año en el que tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro, y en la que surgió la propuesta. Ese mismo año, la Asamblea General adoptó la resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua.
En 2023, el lema que acompaña a la efeméride es “Acelerar el cambio”. Se acompaña de la llamada a la acción de la sociedad con el mensaje “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

Más de 2.000 millones de personas alrededor del mundo no tienen acceso a fuentes de agua potable, y hasta 3,5 millones de ellas mueren debido a enfermedades relacionadas con la pésima calidad del agua. Además, la población a nivel mundial no deja de subir y se estima que, en tan solo dos décadas, la demanda de agua se incrementará en más del 50 % a nivel mundial.
Qué podemos hacer para acelerar el cambio
Aquellos que tienen acceso al agua tienen que hacer un uso responsable para que el cambio sea visible. Hay cambios que son estructurales, como invertir para reciclar el agua con jabón de la cocina o la ducha para ser usada en el inodoro. Pero son muchas las acciones que se pueden hacer desde cotidianamente desde el hogar:
*Tomar baños de corta duración
*Regar las plantas y el césped en horarios nocturnos con la cantidad necesaria de agua
*Aprovechar el agua de lluvia, por ejemplo para el riego
*Revisar las cañerías para evitar goteras y fugas indeseadas
*No tirar productos contaminantes o deshechos aceitosos por el inodoro o las piletas de la cocina y el baño.
Cómo desechar el aceite usado
Un litro de aceite usado puede contaminar hasta mil litros de agua. Los principales problemas asociados al incorrecto descarte de estos aceites son: la obturación de cañerías y desagües que puede derivar en inundaciones provocadas por las lluvias, la degradación biológica de cursos de agua (ya que ocasionan una disminución del oxígeno disponible en ellos) y su uso ilegal como insumos para la industria alimenticia (para margarinas, aceites-mezcla y derivados de menor calidad).
