Por Brian Pavia, vecino y militante de 25 de Mayo:
En las últimas horas envié una carta documento al Intendente Ramiro Egüen. No lo hice por mí, lo hice porque se cruza continuamente un límite que como comunidad no podemos seguir permitiendo. Porque cuando un jefe comunal, desde su lugar institucional, acusa públicamente a un vecino con nombre y apellido en un importante medio regional, lo que está haciendo no es emitir una opinión: está ejerciendo violencia política y abuso de poder. Y eso, en democracia, no se puede tolerar. Han usado este proceso sistemático de persecución una y otra vez. No es la primera, anteriormente he denunciado a los funcionarios Raul Poggi y Sandra Serrat, ahora es el propio Intendente quien se presta a estos hechos lamentables.
Esto no se trata de una cuestión personal. Se trata de una forma de ejercer el poder que ya se volvió costumbre en 25 de Mayo. No es la primera vez que alguien es perseguido, difamado o señalado por pensar distinto. Son muchas y muchos los que ya lo vivieron: trabajadores, docentes, referentes sociales, comerciantes, vecinos comprometidos, militantes, incluso integrantes de su propio espacio político. Lo vivió la propia Claudia Lobosco, su compañera de fórmula, que por no acompañar un aumento descomunal de 750% en tasas municipales, fue víctima de la misma lógica de castigo. Ello demuestra que esto no es contra una persona, es contra cualquiera que no se someta.
Egüen gobierna desde el miedo. Opera como si el Estado fuera un campo de batalla personal. No resiste el disenso, porque no concibe la política como un espacio de discusión colectiva, sino como un lugar donde él impone y los demás obedecen. No hay gestión, hay show. Y cuando alguien no entra en ese esquema, pasa a ser objetivo de sus ataques.
Durante mucho tiempo se escondió detrás de funcionarios, de trolls pagos, de medios sostenidos con recursos públicos. Pero esta vez habló él. Y cuando se habla con poder institucional, hay que hacerse cargo. Porque si denuncia con nombre y apellido, deberá responder con nombre y apellido. Y esta vez no podrá lavarse las manos ni victimizarse. Esta vez no hay intermediarios.
Le queda enorme el cargo. Lo sabe. Y por eso actúa con desesperación. Elige el show antes que la gestión. Prefiere el acting a la política. No fue capaz ni de recibir al gobernador Axel Kicillof, que vino con obras concretas, con soluciones reales a los problemas que generan su inoperancia en el distrito. Eligió ningunearlo. Prefirió estar en una radio acusando a todos en vez de mantener una reunión. Porque no soporta compartir la escena con nadie que gestione mejor. Su problema no es con las personas, es con todo lo que expone su inoperancia. Algo difícil de disimular.
Abandonó la construcción de la Secundaria N°8. Quiso cerrar la Ayudantía Fiscal. Despidió más de 300 trabajadores. Canceló políticas públicas importantes. Paralizó obras que eran fundamentales para barrios enteros. Dejó sin continuidad programas que venían mejorando la vida de cientos de familias. Y como si eso fuera poco, hay un destrato sistemático a las instituciones que no le responden políticamente. Todo lo que no forma parte de su estructura de obediencia es desfinanciado, desarticulado, degradado.
Declara emergencia económica, pero realiza compras millonarias en vehículos para uso exclusivo de sus funcionarios. No hay plata para sostener políticas públicas, pero sí para los abultados sobresueldos. No es solo abandono. Es desprecio.
Esta es una comunidad unida, con historia, con identidad. Una comunidad que no merece este destrato. 25 de Mayo siempre se manejó bajo otras lógicas: el respeto, la discusión política sin odio, la construcción colectiva. Esto que estamos viviendo no es parte de nuestra cultura. Es un modelo traído de afuera, un modo de gobernar que no representa a nadie más que a los que viven de la política sin rendirle cuentas a nadie.
Hoy Egüen está jugado con Milei y con La Libertad Avanza. Muy comprometido con ese modelo nacional de ajuste brutal, odio planificado y destrucción del Estado. Pero ya lo vimos. Ya sabemos cómo termina. Cuando Caputo tenga que renunciar, como renunció con Macri, y cuando este experimento vuelva a estallar, como ya estalló antes, otra vez sopa. Y cuando eso pase, van a quedar a la vista los que hoy persiguen, mienten y se arrastran para sostener un cargo.
También es por ello que Egüen hace todas estas operaciones, porque busca perpetuarse en el poder, es así que funcionan estos modelos autoritarios, no aceptan criticas ni de su propio partido, ni de los ciudadanos, de los medios, ni de la justicia. Es así que intenta alternar el poder con su mujer a la que busca instalar como candidata para que sea intendenta.
Por todo esto envié la carta documento. Porque cuando un funcionario público usa el poder para perseguir, para difamar, para hostigar, no se puede mirar para otro lado. Y porque cuando esa práctica se hace costumbre, deja de ser una excepción y se convierte en una amenaza a toda la comunidad.
Lo hago por los que ya fueron atacados. Por los que se callan por miedo. Por los que piensan distinto y hoy no se animan a decirlo. Porque si no se frena, mañana le puede pasar a cualquiera.
25 de Mayo no necesita más odio”.