La Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, permanecía hoy miércoles 29 rodeada por un fuerte cordón militar, después de un motín ocurrido el día de ayer, con un saldo de más de 35 reclusos muertos y decenas de heridos, agravando la crisis carcelaria en Ecuador, que ya lleva más de 150 fallecidos en lo que va del año.
El motín en la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil registrado el martes 28 de septiembre es el nuevo capítulo de una larga crisis que sacude a las cárceles de Ecuador, crisis penitenciaria, alimentada por la sobrepoblación, corrupción, insuficiencia de guardias y violencia.
El Servicio de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) informó que se produjo una balacera entre internos en la cárcel 1 de Guayaquil, que es parte de un gran complejo penitenciario integrado por varias prisiones.
El organismo apuntó que el martes por la mañana «se activó una alerta» en la cárcel «por detonaciones de armas de fuego y explosiones en varios pabellones, por enfrentamientos entre bandas delictivas».
La policía ingresó a Guayas 1 y “se evitó que haya más muertes violentas al interior”, informó el comandante policial en Guayaquil, general Fausto Buenaño, que lideró las acciones para retomar el control de la prisión. “Evitamos que esto sea un mal mayor”.
Pero hacia la medianoche del martes, la Policía anunció que se volvió a activar “ante la alerta de posibles enfrentamientos” entre presidiarios.
Dos bandas enfrentadas
El motín agrava la crisis penitenciaria en Ecuador causada por los choques por el poder entre bandas criminales con unos 20.000 miembros, vinculadas a los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
En Ecuador, con 17,7 millones de habitantes, la violencia ha pasado a ser permanente en sus 65 cárceles, que padecen una insuficiencia de guardias y una sobrepoblación de reclusos (39.000 sobre una capacidad para unos 30.000).
La tercera parte del total de reclusos “proviene de organizaciones criminales explícitas vinculadas al narcotráfico” internacional, dijo Carrión, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Quito.
El país está entre Colombia y Perú, principales productores mundiales de cocaína, y es utilizado como tránsito para el envío de drogas a Estados Unidos y Europa.