La jugadora Giovana Queiroz denuncia «conductas abusivas» en el Barça femenino cuando aún era menor de edad

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La brasileña publicó una carta dirigida al presidente del Barça en la que expone las «conductas abusivas» y las diferentes conductas de presión «dentro y fuera» del club.

La jugadora del FC Barcelona Gio Queiroz, cedida esta temporada al Levante UD femenino, publicó hoy en sus redes sociales una «carta abierta al Presidente del FC Barcelona» en la que denuncia «conductas abusivas dentro del club». «No se puede aceptar ni tolerar la cultura del acoso y la violencia machista contra las mujeres».

«Primero recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro dentro del club. A pesar del desagradable y persistente acoso, no le di mucha importancia y atención al asunto. Con el tiempo, las embestidas comenzaron a realizarse a través de otros mecanismos de presión dentro y fuera del club. Me estaban acorralando de una manera abusiva para que renunciar a defender a la selección brasileña»!, expone Queiroz, que el próximo verano debería volver al Barcelona una vez finalizada su cesión.

Gio Queiroz denuncia conductas de presión por parte del Barcelona «dentro y fuera del club» con el objetivo, según ella, de acorralarla «de manera abusiva para que renunciara a defender la Selección Brasileña. Se utilizaron métodos arbitrarios con el claro objetivo de perjudicar mi vida profesional dentro del club». Además, dice haber sido dometida a un confinamiento «ilegal» por parte de los servicios médicos del club, que alegaban que la brasileña había sido contacto estrecho COVID aunque ella dice que los motivos realmente «eran otros».

Tras aquel episodio, se integró a la selección brasileña y los problemas aumentaron tras su retorno al club culé. «Me llamaron a una reunión con el director del club en la que fui acusada de haber cometido una grave indisciplina y que, por ello, sería apartada del equipo y sufriría graves consecuencias. Me quedó completamente en shock (…) Entré en pánico. Temí por mi futuro (…)  Volví a casa completamente destrozada. Lloré muchas veces. Sentí un enorme vacío. No tenía fuerza para luchar por mis derechos», describe, sin dar nombres.

Gio denunció también amenazas, situaciones humillantes y vergonzosas durante meses dentro del club.

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